En cumplimiento de su mandato constitutivo, y a la luz de los desafíos que el entorno mundial ha impuesto en los últimos años, las intervenciones del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) han jugado un rol fundamental en amortiguar los impactos en la estabilidad macro, estimular la reactivación económica y procurar la salvaguarda de los grupos más vulnerables.
El presidente ejecutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Dr. Dante Mossi manifestó sentirse complacido por los resultados de las sesiones del Directorio recién concluido en República Dominicana. Al respecto destacó la aprobación de un fondo especial para promover la inversión extranjera directa en la región centroamericana; así como una operación para apoyar a la República Dominicana ante el alza del incremento de los precios de los combustibles y una operación de políticas de desarrollo para la Consolidación fiscal, Mitigación Económica y Social del COVID-19 y Descarbonización en la República de Costa Rica.
Estas intervenciones dan continuidad al apoyo que el BCIE ha proporcionado a sus socios para amortiguar los impactos de las crisis en la estabilidad macro, estimular la reactivación económica y procurar la salvaguarda de los grupos más vulnerables.
El presidente Mossi destacó que, los efectos negativos de la pandemia del COVID-19; así como de los impactos económicos del conflicto entre Rusia y Ucrania, han puesto a prueba la resiliencia y capacidad de innovación del BCIE. Muestra de ello son los financiamientos aprobados entre 2020-2022 en el marco del Programa de Emergencia y Preparación ante el COVID-19, el Programa de Operaciones de Políticas de Desarrollo, y el Programa Temporal ante el Alza de los Precios de los Combustibles, por mencionar algunos. Consciente del costo de la inacción, estos programas reflejan el compromiso del Banco con la estabilidad macroeconómica como condición necesaria para el desarrollo sostenible e inclusivo; a la vez que reiteran el propósito de combatir la desigualdad, reducir la pobreza, propiciar el crecimiento económico y la creación de empleo; así como de crear resiliencia ante el cambio climático.
En el acompañamiento a las iniciativas de los países, la flexibilidad y capacidad de adaptación del BCIE ha sido una ventaja competitiva ante sus pares al otorgarle el músculo anticíclico para atender de manera oportuna cambios en las necesidades y prioridades de desarrollo de sus socios. En definitiva, estas características han afianzado su relevancia y posicionamiento especialmente en entornos caracterizados por la incertidumbre y volatilidad, tal como se ha evidenciado desde 2020.
La solidez del BCIE se pone de manifiesto a través de sus resultados operativos y financieros, el reconocimiento como la mejor calificación crediticia de América Latina (AA), la destacada aceptación de sus emisiones en mercados de capital alrededor del mundo, la continua ampliación de su red de alianzas estratégicas y su estatus de acreedor preferente. Adicionalmente, el acuerdo de los Países Fundadores respecto al adelanto de los pagos del VIII Incremento de capital; así como la disposición de analizar el IX Incremento de capital – durante la LXII Asamblea de Gobernadores en septiembre 2022, pone de relieve la credibilidad del Banco y confianza de los socios para continuar trabajando con nosotros para promover la integración y el desarrollo económico y social equilibrado de la región. Asimismo, la coyuntura actual ha estrechado los lazos de cooperación y vinculación entre la región centroamericana y los socios extrarregionales.
El BCIE se manifiesta como una institución apolítica y respetuosa de las decisiones de las autoridades de los gobiernos. El diseño, aprobación, monitoreo y evaluación de operaciones se realizan en observancia de los principios de impacto en el desarrollo, prudencia en la gestión del riesgo, eficiencia operativa y sostenibilidad financiera.