Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) de Guatemala, el coloso de 3.763 metros de altura entró en actividad el fin de semana.
El domingo, la erupción fue efusiva y en las últimas horas pasó a estromboliana con registros sísmicos y acústicos, un aumento de los retumbos de moderados a fuertes y sonidos similares a la locomotora de forma constante, alertó la misma fuente.
El volcán se encuentra en el centro de Guatemala, entre los departamentos de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez.
El ente científico dijo que este lunes se observan dos flujos de lava de 400 y 200 metros desde el cráter, respectivamente, los cuales se dirigen hacia las barrancas denominadas Ceniza y Santa Teresa.
De acuerdo con el Insivumeh, la fuente incandescente del volcán de Fuego está entre los 100 y 200 metros de altura sobre el cráter y la erupción puede generar nuevos flujos hacia más barrancas, además de producir explosiones violentas cargadas de ceniza y flujos piroclásticos.
La entidad estatal guatemalteca recomendó a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) que implemente un estado de alerta en las poblaciones cercanas al coloso debido a su actividad.
De igual forma exhortó a la Dirección de Aeronáutica Civil tomar precauciones con el tráfico aéreo debido a que la columna eruptiva alcanza los 5.000 metros sobre el nivel del mar. A la vez, el Insivumeh recomendó prohibir el ingreso a turistas a las faldas del lugar.
El volcán de Fuego está en constante actividad y el pasado 17 de febrero registró hasta seis explosiones por hora y lanzó ceniza a por los menos seis comunidades aledañas.
El accidente geográfico hizo su última gran erupción el 3 de junio de 2018, provocando la muerte o desaparición de 431 personas.